Han pasado cinco meses desde que la comunidad solicitó el cierre de las bocaminas, un llamado respaldado por las autoridades.
La comunidad de Socotá está alarmada por la continua contaminación del agua en sus veredas, atribuida a la actividad minera ilegal. En una reciente reunión con el alcalde del municipio, se hizo un urgente llamado para tomar medidas concretas que frenen esta problemática, que amenaza la salud y el bienestar de los habitantes.
Liliana Castellanos, veedora ambiental, expresó su preocupación por la situación en las provincias: "Es vital que el alcalde y las autoridades competentes actúen de manera inmediata para detener la contaminación de nuestras fuentes hídricas. Estamos enfrentando una situación crítica que requiere una respuesta urgente y decidida".
En la reunión, con la participación de unos 50 representantes de las veredas afectadas, se resaltó la necesidad de hacer cumplir la ley y coordinar acciones con las entidades reguladoras del medio ambiente. Se estima que más de 57 socavones están contribuyendo a la contaminación del agua en estas comunidades.
Aunque el alcalde se comprometió a iniciar el cierre total y definitivo de los socavones, señaló la falta de apoyo y colaboración por parte de las entidades pertinentes. Sin embargo, la comunidad insiste en la importancia de actuar con determinación frente a esta crisis, que podría tener consecuencias irreversibles para el suministro de agua en la región.
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